Martín Sabbatella: “Scioli va a donde sopla el viento”
Año 3. Edición número 141. Domingo 30 de enero de 2011
“El peronismo, como sinónimo de lo popular, rompió hace rato con las fronteras del PJ”, aseguró Sabbatella.
El titular de Nuevo Encuentro tomó distancia del gobernador y ratificó su apoyo a la presidenta
El 2011 se presenta como un año de disputa política decisivo. La posibilidad de profundizar el actual rumbo está en juego. No sólo se trata de la confrontación con los referentes visibles de la derecha, sino también de la posibilidad de elegir al interior del proyecto encabezado por Cristina Fernández de Kirchner entre vertientes que aseguren la profundización o no del modelo. Esto es lo que se debate entre la propuesta encabezada por Martín Sabbatella y la que representa Daniel Scioli. “Somos muy críticos de la gestión de Scioli. Hay una matriz de pensamiento que hace que los diagnósticos, las respuestas y las prioridades sean distintas. Sus limitaciones se expresan en su concepción y en la estructura que lo sostiene. Es difícil construir algo nuevo con una mirada conservadora y una estructura anclada en lo viejo. Es necesario poner en sintonía la provincia y los municipios con el rumbo nacional. Scioli tiene la habilidad de acomodarse para donde sopla el viento. El problemas es cuando le toca soplar a él”, aseguró el diputado nacional y líder de Nuevo Encuentro.
–El sciolismo lanzó fuertes críticas a Nuevo Encuentro por el acompañamiento de su espacio a la candidatura de Cristina en 2011…
–Suena contradictorio. Si respaldan sin especulación la reelección de la Presidenta deberían alegrarse de que un espacio como Nuevo Encuentro ponga el cuerpo para que Cristina saque la mayor cantidad de votos. A nosotros, en cambio, nos parece bien que Scioli apoye a la Presidenta, a pesar de las claras diferencias que tenemos con él.
–¿Cree que a la estructura de Scioli le preocupa que Cristina saque en la provincia más votos que el mismo Scioli?
–Es posible que algunos dirigentes del sciolismo quieran evitar que Cristina saque más votos en la provincia que el propio gobernador. Sólo así se entiende que critiquen nuestro apoyo a Cristina. Tal vez, algunos estén especulando con ese resultado con la mirada puesta en 2015. El importante que Cristina sea reelecta en forma contundente y ayudar a que el rumbo se consolide sin condicionamientos.
–¿Qué opina de las declaraciones del jefe de Gabinete del Gobierno bonaerense, Alberto Pérez, que propuso que usted vaya a una interna contra Scioli?
–Está confundido. A una interna van los precandidatos de un mismo partido. Nosotros pertenecemos a partidos diferentes.
–¿Cómo entiende que debe ser abordado el tema de la seguridad, incluido lo relativo a la baja de la imputabilidad? ¿Cree que Scioli tiene un discurso que sólo apunta a la coyuntura?
–El problema requiere un abordaje integral, que está lejos de solucionarse con discursos de demagogia punitiva. Lo de la baja de la edad de imputabilidad da cuenta de la mirada que tiene Scioli, que echa mano a recetas ineficaces, reaccionarias y discriminatorias. Ahí se ve el contraste con el Gobierno Nacional. Desde el Estado Nacional se apunta a fortalecer la conducción civil de la policía, a abordar el tema de la inseguridad en toda su complejidad. Esa orientación es la que nosotros desarrollamos en Morón. Scioli, en cambio, elige sobreactuar firmeza y lanza frases polémicas en momentos coyunturales difíciles.
–Partiendo de los dichos de la Presidenta sobre la necesidad de profundizar el actual modelo. ¿Qué actores políticos cree que están en condiciones de realizar esa tarea?
–Es importante que todos los sectores del campo nacional, popular y progresista, más allá de los matices, aportemos a la tarea. Es imprescindible consolidar el modelo con reformas estructurales que resistan los intentos de los sectores concentrados para conservar sus privilegios. Para eso también es fundamental el rol del movimiento obrero organizado, el de los sectores de la cultura, de la intelectualidad, de la producción.
–¿Es posible que una fuerza progresista por fuera del aparato del PJ, que sostenga la candidatura de la presidenta, pueda imponerse en el territorio bonaerense?
–Somos parte del campo nacional, popular, progresista y democrático. Se trata de un espacio inmenso en el que el peronismo tuvo y tiene un protagonismo central. Nos sentimos parte de ese proceso histórico y creemos que este presente de transformación es hijo de las mejores tradiciones políticas argentinas. El peronismo, como sinónimo de lo popular, rompió hace rato las fronteras del PJ y se expresa en distintos lugares. Nuevo Encuentro se nutre de las tradiciones del peronismo y del radicalismo. También de los movimientos emancipatorios, de la mirada transformadora de los inmigrantes anarquistas, socialistas y comunistas, de la lucha por la dignidad de los pueblos originarios. Hay muchos que forman parte de las estructuras del PJ o la UCR, pero que nada tienen que ver con esa historia y que lejos de recoger esas experiencias para lograr una síntesis a favor de las grandes mayorías, intentaron orientar esos partidos para que representen los intereses de grupos concentrados. Por supuesto, también hay sectores con los cuales compartimos una misma mirada, pero que consideran que la pelea hay que darla desde adentro. Y eso nos diferencia…
–En síntesis…
–En síntesis, no se trata de conformar una fuerza progresista contra el PJ, sino de que los intereses de los sectores populares cuenten y sean parte de una representación política amplia que garantice la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Ni Scioli ni muchos intendentes de la provincia, sean del partido que sean, expresan esa mirada. Por eso, es necesaria una alternativa política nueva, con claro sentido transformador y popular.
–El sciolismo lanzó fuertes críticas a Nuevo Encuentro por el acompañamiento de su espacio a la candidatura de Cristina en 2011…
–Suena contradictorio. Si respaldan sin especulación la reelección de la Presidenta deberían alegrarse de que un espacio como Nuevo Encuentro ponga el cuerpo para que Cristina saque la mayor cantidad de votos. A nosotros, en cambio, nos parece bien que Scioli apoye a la Presidenta, a pesar de las claras diferencias que tenemos con él.
–¿Cree que a la estructura de Scioli le preocupa que Cristina saque en la provincia más votos que el mismo Scioli?
–Es posible que algunos dirigentes del sciolismo quieran evitar que Cristina saque más votos en la provincia que el propio gobernador. Sólo así se entiende que critiquen nuestro apoyo a Cristina. Tal vez, algunos estén especulando con ese resultado con la mirada puesta en 2015. El importante que Cristina sea reelecta en forma contundente y ayudar a que el rumbo se consolide sin condicionamientos.
–¿Qué opina de las declaraciones del jefe de Gabinete del Gobierno bonaerense, Alberto Pérez, que propuso que usted vaya a una interna contra Scioli?
–Está confundido. A una interna van los precandidatos de un mismo partido. Nosotros pertenecemos a partidos diferentes.
–¿Cómo entiende que debe ser abordado el tema de la seguridad, incluido lo relativo a la baja de la imputabilidad? ¿Cree que Scioli tiene un discurso que sólo apunta a la coyuntura?
–El problema requiere un abordaje integral, que está lejos de solucionarse con discursos de demagogia punitiva. Lo de la baja de la edad de imputabilidad da cuenta de la mirada que tiene Scioli, que echa mano a recetas ineficaces, reaccionarias y discriminatorias. Ahí se ve el contraste con el Gobierno Nacional. Desde el Estado Nacional se apunta a fortalecer la conducción civil de la policía, a abordar el tema de la inseguridad en toda su complejidad. Esa orientación es la que nosotros desarrollamos en Morón. Scioli, en cambio, elige sobreactuar firmeza y lanza frases polémicas en momentos coyunturales difíciles.
–Partiendo de los dichos de la Presidenta sobre la necesidad de profundizar el actual modelo. ¿Qué actores políticos cree que están en condiciones de realizar esa tarea?
–Es importante que todos los sectores del campo nacional, popular y progresista, más allá de los matices, aportemos a la tarea. Es imprescindible consolidar el modelo con reformas estructurales que resistan los intentos de los sectores concentrados para conservar sus privilegios. Para eso también es fundamental el rol del movimiento obrero organizado, el de los sectores de la cultura, de la intelectualidad, de la producción.
–¿Es posible que una fuerza progresista por fuera del aparato del PJ, que sostenga la candidatura de la presidenta, pueda imponerse en el territorio bonaerense?
–Somos parte del campo nacional, popular, progresista y democrático. Se trata de un espacio inmenso en el que el peronismo tuvo y tiene un protagonismo central. Nos sentimos parte de ese proceso histórico y creemos que este presente de transformación es hijo de las mejores tradiciones políticas argentinas. El peronismo, como sinónimo de lo popular, rompió hace rato las fronteras del PJ y se expresa en distintos lugares. Nuevo Encuentro se nutre de las tradiciones del peronismo y del radicalismo. También de los movimientos emancipatorios, de la mirada transformadora de los inmigrantes anarquistas, socialistas y comunistas, de la lucha por la dignidad de los pueblos originarios. Hay muchos que forman parte de las estructuras del PJ o la UCR, pero que nada tienen que ver con esa historia y que lejos de recoger esas experiencias para lograr una síntesis a favor de las grandes mayorías, intentaron orientar esos partidos para que representen los intereses de grupos concentrados. Por supuesto, también hay sectores con los cuales compartimos una misma mirada, pero que consideran que la pelea hay que darla desde adentro. Y eso nos diferencia…
–En síntesis…
–En síntesis, no se trata de conformar una fuerza progresista contra el PJ, sino de que los intereses de los sectores populares cuenten y sean parte de una representación política amplia que garantice la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Ni Scioli ni muchos intendentes de la provincia, sean del partido que sean, expresan esa mirada. Por eso, es necesaria una alternativa política nueva, con claro sentido transformador y popular.
