martes, 26 de enero de 2010

Incompetencia, temor o complicidad - Por Hugo Cañon


Página/12

Miércoles, 26 de enero de 2011


¿Qué busca Scioli cuando empuja a la baja de la edad de imputabilidad? ¿Qué busca su ministro de Justicia y Seguridad, alcaide mayor Ricardo Casal, cuando habla de vacío legal? Buscan cubrir la retaguardia, la propia ineficiencia y sus incumplimientos legales.

La provincia de Buenos Aires tiene un Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil, pero es letra muerta. Faltan recursos y decisión política para su plena puesta en funcionamiento.
En 2010 se hizo un recorte presupuestario en el área Niñez y Adolescencia, en especial en los programas destinados a los servicios locales y zonales y al Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil.
El discurso mediático de demagogia punitiva del gobierno de la provincia –como el de Blumberg, Duhalde, Ruckauf, Macri– activa las más primitivas formas de resolución de conflictos, incentiva los miedos y construye estereotipos sociales mediante el prejuicio. Se configura en el joven pobre y morocho el delincuente peligroso, el “enemigo” que hay que perseguir para curar todos nuestros males de inseguridad.
Un gobernante responsable no puede acudir a estos atajos de mano dura simplista, que conducen a reforzar un Estado policial, en lugar de un Estado que promueva la convivencia civilizada dentro del marco legal. La autonomía policial, vertical, sin conducción civil democrática, lleva a la represión, las razzias, el gatillo fácil, la recaudación ilegal policial en delitos complejos como la generación de desarmaderos, la piratería del asfalto, el narcotráfico, el juego clandestino, la prostitución o la trata. Y también implica que esa misma policía reclute adolescentes para cometer a su favor delitos violentos.
Un ministro de Scioli denunció hace un año que la policía reclutaba menores en asentamientos de emergencia para que cometan hechos violentos. Ante esto, se advierte que el debate generado sobre la edad de imputabilidad de los menores elude las propias responsabilidades. El gobernador debería apuntar al propio ombligo del aparato armado del Estado provincial si la intención es lograr más seguridad y atacar el delito. Lo otro sólo servirá para seguir apilando menores en depósitos de detenidos.
Se cumplen dos años de la desaparición de Luciano Arruga, en Lomas del Mirador, partido de La Matanza. Este menor de 16 años fue detenido, golpeado, torturado y, según se denuncia, abusado sexualmente. No se investigó, no se depuró ese foco de delincuentes policiales. Todos los policías involucrados siguen en funciones, y de ese tema el ministro Casal no quiere que se hable y censura incluso a los periodistas que tuvieron la “osadía” de indagar sobre la cuestión negada.
Esta impunidad policial garantizada por quienes administran el Estado provincial sólo puede augurar nuevas tempestades y no soluciones superadoras.
La autonomía policial, de un cuerpo de más de 50.000 hombres, facilita la desestabilización democrática.
Si en política esto no se advierte, puede ser que haya incompetencia, temor o complicidad.
En cualquier caso, es de una temeridad irresponsable batir el parche en una tribuna equivocada.
* Ex fiscal general de Bahía Blanca, actual presidente de la Comisión Provincial por la Memoria y dirigente de Nuevo Encuentro.

lunes, 25 de enero de 2010

"Scioli se puso a la cabeza de un discurso oportunista", señaló el ex fiscal Hugo Cañón.

"En la Provincia de Buenos Aires, el gobernador Scioli se puso a la cabeza de un discurso oportunista, que apunta a la coyuntura, y frente a cada hecho criminal que se produce sale a hacer la difusión de un discurso mediático de demagogia punitiva", opinó el dirigente de Nuevo Encuentro Hugo Cañón durante una entrevista en Radio del Plata y agregó: "Lo que no se dice es que en la Provincia de Buenos Aires en este momento hay entre 400 y 600 pibes que están en condiciones realmente muy extremas de detención, que son golpeados, que son torturados, y eso lo hemos verificado a partir de inspecciones. Ocultar esa realidad e instalar un discurso de la necesidad de bajar la edad de imputabilidad me parece que no es, por lo menos, honesto". Cañón es ex fiscal general de Bahía Blanca y preside actualmente la Comisión Provincial de la Memoria que, entre otras tareas, releva la situación carcelaria y de seguridad en la provincia de Buenos Aires.
"Se ha hecho un eje prácticamente único en el tema de la baja de la edad de la imputabilidad -señaló el dirigente del Encuentro en sintonía con lo expresado por la presidenta de la Nación Cristina Kirchner-, cuando el tema de la seguridad debe ser algo integral, una política de Estado permanente y que tenga abordajes claramente democráticos".
"La Provincia de Buenos Aires tiene un régimen penal juvenil que no ha terminado de implementar, que no asigna las partidas presupuestarias correspondientes –explicó Cañón-. Entonces hablar de la baja en la edad de la imputabilidad cuando no hay una asistencia adecuada a todo el sistema de minoridad en la provincia me parece que es, por lo menos, irresponsable y que, en muchos casos, se puede suponer que esto es por incompetencia o por temor a afrontar esta realidad interna o por complicidad con aquellos que manejan el tema de la seguridad en la provincial".
"Dentro de pocos días se cumplen dos años de la desaparición de Luciano Arruga, el chico que fue detenido por la policía de Lomas del Mirador, torturado, abusado sexualmente y que la policía ha encubierto. Y esos responsables de la policía de Lomas del Mirador sieguen en actividad y el gobierno con respecto a eso no hace nada. Entonces, me parece que hay un doble discurso, se acude a los sectores más reaccionarios y más autoritarios de la sociedad para que apoyen el discurso de mano dura y de derecha", expresó el ex fiscal general y agregó: "Si tenemos complicidades de mayores y de la propia estructura policial y de sectores políticos que confluyen en el delito, creo que hay que hacer una revisión de política de Estado mucho más seria, no poner el latiguillo en los menores que, justamente, son los más marginados, los excluidos y los que están poblando, en este momento, las cárceles, inclusive los institutos de menores".
"Si un político se va a poner al frente de los reclamos de demanda popular fundados en el miedo, en las reacciones más primitivas que tenemos los seres humanos, no se actúa responsablemente. Ya sabemos lo que ocurrió con el efecto Blumberg, sabemos lo que ocurrió en la época de Duhalde cuando hablaba de la mejor policía del mundo y luego se descubrió lo que hacía Klotzick con la maldita policía, o lo que pretendía Ruckauf cuando hablaba de meter bala a los delincuentes. Si  desde el poder se instala un discurso de violencia estatal, acudimos a las peores prácticas de la Argentina y que nos remontan a estas prácticas de la dictadura", concluyó el integrante de la mesa nacional del partido que encabeza Martín Sabbatella.